jueves, 13 de noviembre de 2008

El Pañuelo

Directo a mi casa, me sentè acalorada, con sueño, y hasta con un poco de caña luego de haber tenido el cumpleaños de mi amigo Làzaro...piña colada(varias), flor de caña varios y comida, un vaso quebrado mientras conversaba con el Felipe Vera, y el sol de lado en la micro hicieron la mezcla perfecta en mi actitud sObre el asiento, realmente caña, entonces una niña se sentò a mi lado, escolar, una pigûi o pingûina, y note que estaba un poco pàlida, se vei mal, ups, y yo me senti mas mal cuando la vi asi, pero todo empeorò se puso a llorar, nooooo, tenia a mi lado a una niña, de unos 17 años llorando, yo que soy sensible y ese pequeño gesto de aguantar sus làgrimas me carcomia por dentro, pensè està embarazada, terminò con su pololo, le hablo, que le digo?, entonces recordè que hace unos 40 minutos atràs habia estado sentada en el Parque Balmaceda, luego de mi recorrido por el cafè literario y antes de eso por el cafè del parque Bustamante, retomando la historia, me sentè solita solita en el parque y recorde un dia de Verano, especificamente este Verano, tirada en el pasto con...bueno no recordar eso, no tiene sentido, pero mientras estaba en la banca si lo recorde y recorde la Luna una luna tan hermosa como nùnca antes la habìa visto, era plateada y nosotros tbn, habia tantas luces a la lejania, las estrellas, el aire suave, una pareja a la lejania, quien sabe si eran hombres o mujeres, pero estaban y tal como nosotros disfrutando de esa luna, esa noche, y de las promesas, entonces mi mente volviò a la banca, al dia, al sol, el calor, una bulla inmensa, y me puse mis lentes, y sin kerer derrame dos làgrimas,sòlo dos, una por el ayer, y otra por el hoy, al rato una tercera que fue por el mañana, y doliò en lo màs profundo de mi, fue como un sonido agùdo en mi corazòn, pero keria seguir sola, que nadie interrumpiera ese momento en que habia recordado y que sabia que al mismo tiempo lo estaba olvidando, quise que alguien me abrazara, me apretara fuerte y me diera un pañuelo, solo eso, ni mas ni menos, pero no habia nadie, al rato alguien que venia dede lejos directamente a mi banca se sentò junto a mi y me dijo permiso, què pasa? acaso no pueden ver a alguien en su momento sola, trankila, pensando ???...pero interrumpio mi soledad, y me diò rabia, mucha, queria permancer ahì, borre ese recuerdo, y me enfoque en lo que quiero, lo que tengo, como me ha cambiado la vida, como ya dejò de molestar encontrarlo en algùn pasillo o hasta un saludo que no me hiere, pero ese recuedo borrado supe que en fondo existia pero era parte del pasado y digan lo que digan eso de que no se sabe las vueltas de la vida, yo insisto no hay nada que hacer ni vuelta que dar...pero me conozco...y mejor no dirè màs "las vueltas de la vida", mejor me fui de la banca, tome el metro, llegue a la micro me sente cansada, caña y varios, me dolia la cabeza esas tres làgrimas me enfermaban, pero ya no como antes con esa enfermedad que no tenia razòn de ser, pero que me quitaba las fuerzas, entonces la niña sentada a mi lado y lo que yo tanto habia deseado para mi, ahora lo estaba haciendo con ella, abri mi bolso, tome un pañuelo, y se lo entrege, no abri mi boca, no pronuncie palabras, dijo gracias, y me enconjì de hombros, en silencio...era justo lo que yo queria pero no tuve a nadie que compartiera conmigo, UN PAÑUELO

2 comentarios:

hapuc dijo...

es bueno sentarse en los lugares que nos marcan... pues así se sana y se construye una nueva historia

un abrazo..

pd: ¿Lazaro es el bibliotecario de laU central?

Maggita dijo...

Siiii....Làzaro mi buen amigo...bibliotecario de la Ucentral La Reina....